Los gatos y la música

Los que compartimos nuestro espacio con gatos sabemos que los sonidos fuertes  o agudos no les gustan nada. Sin embargo, hay melodías a las que parecen prestar más atención que a otras.

Que nuestros felinos amigos les presten más o menos atención a determinada música está relacionado con el tipo de melodía, pero también tiene mucho que ver con el volumen. Si el volumen de la música es alto, captará su atención, desde luego, pero no necesariamente les resultará agradable.

El oído felino está formado por dos pabellones auriculares independientes que ayudan a fijar con detalle el origen del sonido. Disponen de 20 músculos que ejecutan los movimientos necesarios para captar sonidos diferentes aunque estos se produzcan de manera simultánea. Todo esto hace que los gatos tengan más agudizado el sentido del oído que los humanos y por ello perciben sonidos y tonos que a nosotros nos pasan desapercibidos.

El experimento Bubna-Littitz

El catedrático de veterinaria en la Universidad de Viena y reconocido experto en comportamiento animal, Hermann Bubna-Littitz, hizo un estudio con cientos de gatos en un refugio con el fin de sustituir los tratamientos con fármacos en gatos estresados por música relajada que los calmara.

El equipo del Doctor Bubna-Littitz  grabó durante 5 días el comportamiento de los gatos mientras escuchaban varias piezas musicales: cuando la música les gustaba estaban más tranquilos y quietos, pero cuando no les gustaba se iban a otro lugar.

Los gatos observados coincidían en mostrar una conducta más relajada cuando sonaban melodías con compases rápidos y con tonos graves de voces masculinas. Sus conclusiones tras el experimento felino, bajo la influencia de la música clásica y semi-clásica, fueron que “la música con el ritmo correcto parece inducir un estado de relajación y calma”.

Ahora bien, esta no es la única conclusión interesante del experimento llevado a cabo por Hermann Bubna-Littitz, otra conclusión que nos puede resultar muy útil es que  “el efecto calmante de esta música en los animales y los humanos se incrementa debido al factor de transferencia del estado emocional actual del dueño”. Esto quiere decir que, en general, cuando el dueño está tranquilo el gato también lo está.

La música que a nosotros nos relaja y nos proporciona tranquilidad y calma muy probablemente le sentará bien también a nuestro felino.

cat-piano

Un gato que se tiende a dormir sobre nuestras rodillas nos relaja. De la misma forma, si nosotros estamos tranquilos, nuestro gato mostrará un comportamiento menos inquieto.

Por último, es importante el poder de los hábitos y los comportamientos adquiridos. Si nuestros gatitos conviven desde pequeños con un tipo música que les ayude a calmarse, de mayores, cuando haya alguna situación de estrés, la musicoterapia felina será un buen aliado para ayudarnos a tranquilizarlos. El gato asociará esa música con tono suave y volumen moderado como una llamada a la serenidad y le ayudará a sentirse bien.

Por cierto, según otros estudios que siguen la misma línea que el Experimento Bubna-Littitz, el efecto relajante de la melodía es mayor si la pieza musical en cuestión incluye el sonido de instrumentos como el arpa o el piano.

Fuente: www.elsecretodelosgatosfelices.com

 

Publicado por
EVI

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